A la hora de elegir tu mueble, hay varios aspectos que debes tener en cuenta: qué utilidad queremos darle, qué medidas debe tener, cuál es la mejor ubicación, en qué color se puede hacer, qué materiales son los más adecuados…
A continuación, os explicamos brevemente algunos de los puntos que deberéis que tener en cuenta para no cometer errores a la hora de encargar un mueble para vuestra casa, vuestra oficina o vuestro espacio.
Lo primero es saber qué tipo de mueble queremos, para qué lo queremos y en qué espacio estamos pensando en ponerlo. Una vez decidido, tenemos que medir el espacio. Tenemos que tener en cuenta que el mueble debe “respirar”, debemos dejar espacio suficiente para movernos alrededor de él cómodamente. Por ejemplo, si buscamos una mesa de comedor, es importante tener presente el número y el estilo de sillas que pondremos. Si, por el contrario, se trata de un mueble con puertas, debemos calcular el espacio necesario para poder abrirlas sin obstáculos. Si hablamos de una mesa de centro, debemos calcular el espacio para poder sentarnos cómodamente sin que la mesa quede muy lejos, algo que sería muy incómodo.
A la hora de elegir el color, es aconsejable fijarse en los tonos de otros muebles o tapicerías que haya en el mismo espacio, así como cuadros, elementos decorativos o, muy importante también, las alfombras que tengamos en esa estancia. Si empezamos una deco desde cero, porque estamos renovando el mobiliario o estrenando casa, lo recomendable es optar por una gama de colores que combinen entre sí y utilizarla como referencia.
En lo que se refiere a la elección de los materiales, influye por supuesto el gusto y el estilo de cada uno, y muy importante también, la utilidad. No es lo mismo elegir una encimera de una mesa que vamos a usar a diario que una mesa que usaremos eventualmente. Tampoco elegiremos el mismo material si ese mueble lo van a usar niños o si solo lo van a usar adultos. Por ejemplo, el mármol y el cristal son materiales que se pueden usar para muchos tipos de muebles y utilidades y se adaptan bien en prácticamente todo tipo de espacios: modernos, clásicos y atemporales. Si hay niños solemos optar por pulir o redondear las esquinas para hacerlos más seguros.
El hierro, el acero y el latón son también materiales muy versátiles que podemos colocar en cualquier decoración.
En ocasiones el diseño y el estilo del mueble hablan por sí solos y piden ciertos colores y acabados. La mayoría de las veces las posibilidades son infinitas por lo que deberemos tener en cuenta la localización, el espacio en concreto, las piezas que lo rodean, el tipo de decoración, la utilidad y, por supuesto, el gusto y estilo de cada uno.
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